Empujadas por las nuevas dinámicas globales y productivas, las zonas comerciales de la ciudad han ido adquiriendo una fisonomía diferente en los últimos años. El nuevo Paseo Arístides Villanueva y el surgimiento de los polos comerciales ubicados en Juan B. Justo y Alameda son un claro ejemplo de estas modalidades.
Las cerca de 500.000 personas que ingresan a diario en la Ciudad y consumen en sus distintos comercios, sumado a los miles de turistas que la visitan, generan que los locales potencien sus posibilidades. En ese sentido el sector gastronómico, sobre todo, y emprendimientos ligados al turismo han desarrollado un amplio despegue y hay una gran reconversión hacia esos rubros. Las nuevas formas de consumo también han estimulado el crecimiento de otros ámbitos, como por ejemplo los relacionados a la venta de cerveza artesanal.
Décadas atrás, el comercio en capital se concentraba casi exclusivamente en la zona del microcentro donde convivían una amplia variedad comercios. Actualmente, impulsados por el precio de alquileres, las zonas recuperadas en la ciudad y las nuevas modalidades globales, la actividad comercial está creciendo hacia otras zonas.
La Ciudad de Mendoza cuenta con 1750 cuadras. El impacto de las mejoras de infraestructura y de seguridad en todas las zonas genera una diversificación del comercio urbano con una progresión hacia el este y el norte. Al presente hay 9000 negocios habilitados y se experimenta un permanente crecimiento ya que el número de altas comerciales supera altamente al de las bajas.
Desde febrero hasta la fecha se han dado de alta 185 comercios y 135 se han dado de baja. El turismo es un factor que influye en este sentido ya que muchos de los nuevos locales están centrados en productos, servicios y actividades para el turista, tales como la gastronomía, la hotelería, venta de cuero y venta de artículos regionales.
El municipio acompaña esta nueva dinámica en la actividad a través de distintas ferias y programas. En ese sentido “Maratón a la carta” es un programa que funciona hace años y ofrece una recorrido por comercios gastronómicos. También se propician innumerables ferias en toda la ciudad y en distintas épocas del año, tales como la Feria del Bombal, la Noche de las librerías, las ferias navideñas y le gestión permanente de eventos culturales que convocan gente en el ejido urbano.
